Songo, lunes 07 de abril
de 2025
Cumpleaños de Dª María de
Fátima Francisco Conselho
El día de la mujer
mozambiqueña creo que es una de las más bonitas fiestas del país. El origen
está en la muerte de una heroína nacional llamada Josina Machel (Abiathar
Muthemba), que fue la esposa del primer presidente de Mozambique independiente.
Josina luchó con las armas por la independencia de Mozambique, y el régimen la
catapultó como símbolo nacional.
A mí, que conozco poco su
historia, no me inspira devoción ninguna, pero en estos regímenes se trabaja
muy bien la conciencia colectiva, y aquí nadie cuestiona su figura. La verdad
es que hoy todas las mujeres están felices. Esta fiesta ha ido derivando por
otros derroteros menos frelimistas, menos militaristas y un poco más feministas
-aunque esto lo digo con la boca muy chica-.
Muchas las mujeres sueñan
con que sus maridos este día les regalen una capulana; se visten de gala; las
mujeres macúas se pintan con el tradicional
“mussiro”; y todas ellas
intentan estar uniformadas por grupos laborales, familiares, de amistad,
religiosos, etc… Es realmente un espectáculo de alegría y belleza. Luego se
reúnen para comer y beber juntas hasta que el cuerpo aguante.
Siento decir que no se
levantan voces que hablen de derechos, de mejora de las condiciones de vida, de
igualdad de oportunidades, de justicia, de reconocimiento de la labor ingente
que cada mujer hace en lo secreto. Vi en la “TV Sucesso” algunas entrevistas
donde el periodista preguntó a tres mujeres qué significaba para ellas esta
fiesta y sólo fueron capaces de responder: “El día de la mujer mozambiqueña”.
Es decir, es sólo una fiesta de mujeres para mujeres. Queda mucho camino por
andar.
En nuestra parroquia
tenemos un movimiento llamado “Mamá Católica” y ellas fueron a la maternidad
del hospital de Songo para regalar un lote de productos a la mamá que primero
dio a luz este día. La mujer se llama Sara y su marido Ivo. Entre cantos y bailes
acabaron poniéndole nombre a la niña que desde hoy se llama María Manuela.
Luego fueron entregando una capulana a todas las mujeres de la maternidad.
También les llevaron jabón y comida a todos los presos de Songo.
A mediodía viví un lindo
regalo. Alberto y yo fuimos a comer con las niñas del internado que prepararon
una hermosa fiesta que acabó a las cuatro de la tarde, pero que continuó con la
misa. Todas vinieron luciendo sus capulanas haciendo gala de su alegría.

Tatenda! No me apunto a
las fiestas sin sentido. Hoy estuve en la Plaza de los Héroes en el acto
institucional porque creo en una mujer libre, llena de vida, poseedora de todos
los derechos, respetada en su dignidad, con voz y con poder; una mujer que construye
paz, fraternidad, libertad, conocimiento, y también hogar y sensibilidad… Por
eso lucho con estas pequeñas niñas, que comienzan a abrir sus ojos, en una
sociedad que les cierra puertas, que ellas mismas tendrán que abrir; en un
mundo que tiene barreras, que ellas tendrán que saltar o bordear; en una
iglesia que sigue mirando para otro lado, y que ellas tendrán que ayudar a
avanzar. Gracias Señor por cada mujer, por Eva, por María, por Amada… por todas
las que ya fueron olvidadas pero que dejaron huella en tu Corazón.